Allí donde existen los caminos, pierdo mi camino.
En el ancho mar, en lo azul del vasto cielo nadie trazó rutas jamás.
Las alas de los pájaros y su canto, la llamita de las estrellas, las flores en ronda de las
estaciones, ocultan el sendero.
estaciones, ocultan el sendero.
Y he preguntado a mi corazón: ¿Acaso tu sangre, el paso de la sangre, no conoce el camino
invisible?
invisible?
Por esas cosas de la vida -y de Laura Lopéz que me invitó- ayer el sol de la tarde cayó para mí lleno de la poesía de Tagore. Y me quedé pensando por qué se habrá cruzado ahora en mi camino....
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