Tenían quietudes azules/sus ojos
cantábrica profundidad/ marítima su alma
inaccesa/ toda alma todo cielo toda vida/
caracola en movimiento.
Tenían la ductibilidad de los vientos/ sus vientos.
Me miraba su historia - abuela - como queriendo
salirse de usted.
De niña entendí/ solo viéndola mirar/ que todo
es un acantilado lejano.
La rosarina Ale Mendez trae a la luz su propia historia que es la nuestra. En este continente americano cuantos nacimos con horizontes en los ojos. Su abuela se volvió la mía mientras leía. Gracias Ale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario