sábado, 6 de noviembre de 2010

Asunción de la Poesía


Yo me nazco, yo misma me levanto,
organizo mi forma y determino
mi cantidad, mi número divino,
mi régimen de paz, mi azar de llanto.

Establezco mi origen y termino
porque sí, para nunca, por lo tanto.
Soy lo que se me ocurre cuando canto.
No tengo ganas de tener destino.

Mi corazón estoy elaborando:
ordeno sufrimiento a su medida,
educo al odio y al amor lo mando.

Me autorizo a morir sólo de vida.
Me olvidarán sin duda pero cuando
mi enterrado capricho lo decida.
 / Maria Elena Walsh / Escritora y poeta argentina
Leí estos versos de adolescente. Muchas veces en la vida me los he repetido, como un mantra, los días en que había que salir especialmente a darle batalla a lo cotidiano. 

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